4 de Mayo.
La niña a la que apenas le llegan los pies al suelo, come ositos de gominola y no sabe lo que es la palabra "sueño", se le ocurre dar vueltas sobre sí misma. Le gustaba verlo todo difuminado, como si el tiempo fuera más deprisa.
Siempre que podía, lo hacía. Era como una espiral. Ella era una espiral.
Un día se mareó tanto que calló al suelo, y entre caída y caía sus piernas crecieron, aprendió que significaba "sueño" y sus ositos seguíeron muriendo dentro de su boca.
Otro 4 de Mayo.
Recuerda cuando giraba sin parar.
Ahora no le hace falta para ver pasar el tiempo rápido, el tiempo gira sobre ella.
Su vida ahora es una espiral.
Cada vez que recuerda cuánto te quiere, es una espiral. Cuando lleva 5 minútos lejos de ti, cuando come ositos verdes , cuando ve frutos secos o sueña.
Se esfuerza en no acordarse de cuánto te necesita. No quiere, por que cada vez que por tu culpa se crea una espiral sin fin, ella se marea, y da vueltas buscando la salida...
Osea, que te busca a ti.
Y hasta este momento...
todo es una espiral, un circulo vicioso, siempre te acabará echando de menos, esforzandose para que la quieras más y queriendote más sin ningún esfuerzo.
Le encantaría poder crear una espiral contigo, de la mano, de esas que no tienen fín, que te marean, que a veces te perjudican, pero que son la única compañia en los momentos que no tienes nada, y el único sitio donde siempre querrías estar.
Su espiral de amor y, por que no, su tumba.